"Matarán al fútbol provincial, pero no matarán al Naval"
- Melanie Ulloa
- 20 dic 2016
- 3 Min. de lectura

Durante la semana pasada, el partido entre Naval y Lota Schwager se vio envuelto en un sinfín de problemas debido a la negativa de parte de Carabineros para autorizar el uso del Estadio El Morro para el partido. El compromiso a disputarse por la cuarta fecha de la fase nacional del campeonato de Segunda División estuvo en ‘veremos’ hasta el viernes, a casi dos días del encuentro fijado por la ANFP.
Un partido, catalogado como clásico que finalmente, debió jugarse sin público, ya que entre la gobernadora y los Carabineros se ‘tiraban la pelota’ de la responsabilidad de la negativa de jugar allí, pese a las insistencias de la barra, la dirigencia de Naval que pidió autorización de hasta jugar sin público de visita, petición que no fue acogida por los encargados.
El domingo a las 17:00 hrs se debió jugar el partido sin público. El recinto estaba enrejado por barreras papales en 80 metros, sin motivo aparente para ello. Los hinchas del Naval se manifestaron pacíficamente ante la situación de injusticia de parte de los encargados, por esto, se juntaron en la Plaza de Armas de Talcahuano. Con lienzos, bombos y carteles, esperaron la caravana de autos que venían de Salinas para dirigirse a las afueras del estadio y así poder manifestar su descontento.
Dentro del malestar por la injusta situación en la que fue sometido Naval de Talcahuano, qué lindo fue ver llegar autos a la plaza, qué lindo fue escuchar el bombo, ir con lienzos, y cantar por Naval. El despliegue de Carabineros fue impresionante y exagerado: un carro lanza agua, un carro lanza gases, fuerzas especiales, y aproximadamente 50 funcionarios en el Puerto de Talcahuano haciendo rondas y escoltando hasta llegar al estadio.

Hablo de una medida exagerada, para una manifestación pacífica, sin desordenes ni malas intenciones. Con la misma cantidad de carabineros que existía a las afueras del estadio a la hora del partido, con las mismas rejas con las cuales se perímetro el estadio, se pudo haber dispuesto dentro de él, y jugar el partido como corresponde, con público.
Según las autoridades, que apelaban problemas de seguridad en un partido donde se presumía la presencia de mil hinchas, era la razón por la cual no se daba visto bueno al Estadio El Morro, por incidentes ocurridos en el partido anterior en el Estadio Bernardino Luna, el cual constaba de un baño, donde ambas barras se encontraron allí, lo que llegó a incidentes. Mismo estadio que si es autorizado por la gobernadora, teniendo en consideración que el estadio Ramón Unzaga, cuenta con dos baños habilitados para los hinchas.
Si Carabineros quería desplegar esa cantidad de contingencia, lo hubiese hecho con motivos, para que el gasto haya valido la pena, y haber dejado a la comuna sin el resguardo que corresponde haya sido justificado, con un partido jugado con público, en donde el trabajo se pudo hacer desde adentro.
Las únicas veces que he visto partidos jugados sin público ha sido por castigos al, club por comportamiento de los hinchas. En este caso, no existía castigo alguno que justificara la desmedida acción de Carabineros y la excesiva negativa ante el sinfín de peticiones realizadas para poder jugar el partido, el último partido del año en la casa de los 'navalinos'.
Dentro de todas las cosas insólitas, la gobernación provincial exigió la presencia de diez guardias de seguridad dentro del recinto deportivo, jugándose sin público ¿Con qué fin? Si solo había prensa autorizada, y algunos dirigentes. Basta del abuso y acoso excesivo por parte de las autoridades. Basta de aplicar una ley solo a algunos equipos. Basta de abusar y sobre todo.. Dejen de matar la pasión de tantas personas.
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