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El cáncer de las SA en Huachipato

  • Sebastián Salazar
  • 27 dic 2016
  • 4 Min. de lectura

Nueve de diciembre de 2012, minuto 89 del partido donde se disputa la final del torneo de Clausura entre Huachipato y Unión Española en el Estadio CAP de Talcahuano. Omar Merlo intercepta con la cabeza un balón en la media luna, pivoteándola hacia el área donde Manuel Villalobos le pega, con el corazón, un zurdazo letal a la pelota que se sumerge en la portería de Eduardo Lobos.


Con ese tanto Huachipato, dirigido en ese entonces por Jorge Pellicer, empata la serie y obliga a ir a los penales donde gracias a un inspirado Nery Veloso y un decidido Omar Merlo, el club siderúrgico se proclama campeón del fútbol chileno luego de 38 años desde su primer título.


Ya en el 2013, el club siderúrgico hace una decente participación en la Copa Libertadores de América, quedando 3ro en la fase de grupos luego de empatar 1-1 el último encuentro con un gigante de América, Gremio de Porto Alegre. Luego de estas exitosas campañas, el club de la usina pasaría por un mal momento quedando en último lugar en el torneo de Apertura 2013.


Para el 2014 se contrata a un director técnico que por entonces estaba recién formando sus pergaminos, Mario Salas. Huachipato se salva del descenso y además clasifica a la Copa Sudamericana siendo el club chileno que más lejos llegó de esa edición, tras ser eliminado de 8vos de final frente a otro gigante de Brasil: el Sao Paulo de figuras como Rogerio Ceni, Luis Fabiano, Alexandre Pato, Paulo Henrique Ganso, Michel Bastos y Kaká, entre otros.


Los antecedentes nombrados corresponden al último período del club mientras era administrado por la Compañía de Acero del Pacífico, que luego de una gran crisis económica y muchos despidos de la empresa, tuvo que desprenderse de la administración del Club Deportivo debido a que no podían financiarla más. Desde ahí en adelante el club fue administrado por una Sociedad Anónima dirigida por Victoriano Cerda.

Los primeros meses de la nueva administración fueron prometedores. Buenas campañas por parte de “el comandante” Salas y su sucesor Hugo Vilches fueron la tónica de un club que se hizo reconocido por su fútbol ofensivo y por jugadores jóvenes en la oncena titular de cada fin de semana. La dirigencia nueva prometía darle rodaje a los jóvenes y una administración seria en la venta de abonos y entradas.


Luego de un tiempo fueron revelándose sucesos irregulares que perjudicaban a los jugadores como por ejemplo el escándalo por las duchas frías y unos premios impagos por la participación consecutiva en las ediciones 2014 y 2015 de la Copa Sudamericana. La dirigencia castigó a algunos jugadores que no callaron ante estos inconvenientes: Omar Merlo, Francisco Arrué y Felipe Núñez entre otros.


Los dos últimos sellaron su ida del club luego de no poder congeniar con la nueva administración que comenzaba a reinar con mano dura. También la promesa de la mayor seriedad en la venta de abonos se vio mermada: filas gigantescas debido a una lentitud inoperante en la venta hizo que muchos hinchas de siempre se alejaran del estadio. Agregar, además, que a los trabajadores de la empresa ya no se les daba la opción que se le descontara por planilla el dinero para pagar el abono.


Luego de la salida de Vilches de la banca acerera se proclamó la contratación del joven e inexperto en torneos de primera división, Miguel Ponce, cosechando irregulares campañas en los Torneos de Clausura y Apertura del 2016 (9no y 10mo lugar respectivamente).


La única promesa cumplida por parte de la sociedad anónima ha sido el protagonismo adquirido por los juveniles de la cantera acerera. Pero la pregunta es ¿realmente esto se debe a que los juveniles son prioridad de Huachipato? ¿No será quizá que la SA no quiere invertir suficiente dinero para traer jugadores de jerarquía?


Es rescatable que los juveniles saquen la cara por el club, pero no es suficiente para tener buenos resultados. A excepción de algunos jugadores de jerarquía internacional como Rómulo Otero, no hubo un proyecto de contrataciones ambiciosas de parte del club que ayude a que Huachipato obtenga resultados positivos en los torneos nacionales.

Se espera que con la actual contratación del prometedor jugador venezolano Yeferson Soteldo, se abran las puertas a más y mejores contrataciones de jerarquía para que, junto a la cantera acerera, se cosechen mejores resultados desde aquí en adelante. Huachipato ha hecho ventas cuantiosas en el último tiempo, por ende capital no falta.


Miguel Ponce, más que actuar como lo que es, un director técnico y un profesor con carácter, actúa como un títere de una dirigencia que sólo piensa en su bolsillo actual, pero no en el del futuro. Invierten poco pero quieren ganar mucho.


El tema de las entradas es otro. Precios infladísimos en comparación con los que el humilde hincha acerero estaba acostumbrado, ha alejado a un número importante de personas del estadio. La nula disposición de la administración por querer recuperar la confianza del hincha es vergonzosa


Ya es sabido que las SA han “matado” a otros equipos de la zona como el descenso de Naval de Talcahuano, y en casos más extremos las desafiliaciones de Deportes Concepción y Fernández Vial. En otros casos con malos resultados como con Lota Schwager que está próximo a desaparecer al igual que los anteriormente mencionados.


Es muy distinto el panorama del fútbol regional de hoy como el que se vio años anteriores. El fútbol de la “Octava” era visto a nivel nacional como uno de los más competitivos con grandes nombres en primera división como Deportes Concepción, Ñublense, Huachipato, Universidad de Concepción, Lota Schwager, Fernández Vial y Naval de Talcahuano. Actualmente sólo 2 de los equipos mencionados están en primera división y con campañas bastante malas.


Se espera que todo lo anteriormente mencionado mejore ahora que viene un nuevo año. Que el exitoso proceso que vivimos entre 2012 y mediados del 2015 no haya sido incidental y volvamos a ser el “Campeón del Sur”. Que las SA no nos hagan lo mismo que le hicieron a nuestros rivales regionales. Si la administración no está preparada para hacerse cargo de un club importante como Huachipato, es mejor que den un paso al costado.


Huachipato es el único campeón del sur y merece respeto, al igual que todos los clubes de nuestra región. Huachipato, adelante a triunfar!



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